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domingo, 8 de julio de 2012

Tabucchi y la mortadela de chocolate, sostiene Pereira



Tabucchi y la mortadela de chocolate, sostiene Pereira




Con este fado de Morricone a brisa do coraçao, Dulce Pontes nos lleva a la Lisboa de Sostiene Pereira, un periodista en el verano de 1938 bajo la dictadura de Salazar...
  


...Y Pereira era católico, o al menos en aquel momento se sentía católico, un buen católico, pero en una cosa no conseguía creer, en la resurrección de la carne. En el alma, sí, claro, porque estaba seguro de poseer un alma, pero toda su carne, aquella chicha que circundaba su alma, pues bien, eso no, eso no volvería a renacer, y además ¿para qué?, se preguntaba Pereira. Todo aquel sebo que le acompañaba cotidianamente, el sudor, el jadeo al subir las escaleras, ¿para qué iban a renacer? No, no quería nada de aquello en la otra vida, para toda la eternidad, Pereira, y no quería creer en la resurrección de la carne...



Tampoco querría esta MORTADELA DE CHOCOLATE  porque 
  nunca como dulces,  no me gustan, sólo bebo limonadas, sostiene Pereira. Pero seguro  al escritor  italoportugues llamado Antonio Tabucchi le encantaría.




Bibliografía selecta de Antonio Tabucchi

 ©

inés baucells
Podría degustarla en el  café Orquídea mientras yo  tomo mi   omelette a las finas hiervas, sostiene Pereira. A mi mujer le encantaba hacerla y a mi ver cómo la hacía... mientras, recordaba sitios, personas, mascullaba conversaciones, hechos...

 ... 

La filosofía parece ocuparse sólo de la verdad, pero quizá no diga más que fantasías, y la literatura parece ocuparse sólo de fantasías, pero quizá diga la verdad... sostiene Pereira




con... 1 tableta de chocolate fondant , 
150 gr.  de avellanas, 50 de piñones, 

150  gr.  mantequilla, 

 100 gr. azúcar,  

300 gr. de galletas maría o Digestive de naranja...,  naranjines = naranja glaseada y picadita muy fina al gusto, 2  huevos,  chocolate picado o perlitas de sabores o lo que más te guste  y 

 su poquito de cointreau o licor de naranja sin alcohol... se hace la mortadela de chocolate



Tal vez pueda hacerse todo, basta con tener voluntad para ello... sostiene Pereira



¿cómo? Ponemos la mantequilla y el chocolate a derretir en el microondas. Cuando  la mantequilla está derretida se saca y  con una lengua se mezcla y termina de deshacer el chocolate




el evento es un acontecimiento concreto que se verifica en nuestra vida y que trastoca o perturba nuestras convicciones o nuestro equilibrio, en fin, el evento es un hecho que se produce en la vida real y que influye en la vida psíquica, usted debería reflexionar sobre si en su vida ha ocurrido algún evento... sostiene Pereira


Las galletas se  meten en una bolsa de plástico y se les  pasas varias veces el rodillo,  tarro/vaso hasta que  queden desmenuzadas. Con las avellanas se hace lo mismo pero sólo se rompen un poco


 Batimos las claras a punto de nieve y reservamos.  Batimos las yemas con el azúcar hasta que queda una pomada. Le añadimos el fundido de mantequilla y chocolate más el cointreau y batimos un poco más. A la mezcla le añadimos las galletas,  la naranja picadita,  los piñones enteros,  y para finalizar mezclamos todo  con  las claras a punto de nieve,  con movimiento envolvente para que no pierdan el aire... 



 

Una vez todo bien mezclado  echamos la masa sobre un film transparente 


y le damos forma de brazo de gitano. 

Lo metemos en la nevera para que coja consistencia.

Cortamos  el trozo que vayamos a consumir, 



rebozamos 





 y cortamos con un cuchillo bien afilado en láminas muy finas.



Delicatesen
¿todo bien? 
El arrepentimiento es algo en lo que todos deberíamos pensar... sostiene Pereira




año publicación, 1994...  autor, Antonio Tabucchi... editorial Anagrama... 10,45 €...
 La muerte,  el alma, la resurrección de la carne, el recuerdo de su esposa muerta, su cotidianidad periodística, la literatura  francesa, las limonadas,  un Portugal  convulso pero en el que vive tranquilo y  por el que cree que no puede hacer nada para cambiarlo... son las preocupaciones del viejo periodista Pereira. 
El encuentro con el joven Monteiro Rossi y su novia Marta, símbolo de juventud, conciencia, aventura, riesgo,  inconformismo, lucha...  da un cambio radical a su vida.  El Dr. Cardoso a quién le cuenta sus inquietudes,  también le cuida por dentro y por fuera y entre todos consiguen que por primera vez y casi inconscientemente, pero con el beneplácito de su conciencia empiece a hacer y decir cosas que le sacan de la mirada retrospectiva y conformista que le invade. 
vive inmerso en la comodidad,   en el silencio impuesto por el poder, el dinero, la autocensura, el periodismo al dictado, la mordaza a la prensa... Querido Monteiro Rossi, permítame que sea franco con usted, su artículo es impublicable, totalmente impublicable. No es que yo no pueda publicarlo, es que ningún periódico portugués podría publicarlo, y tampoco ningún periódico italiano, visto que Italia es su país de origen; hay dos posibilidades: o es usted un inconsciente o es usted un provocador, y el periodismo que se hace hoy en día en Portugal no prevé ni inconscientes ni provocadores, y eso es todo... pero Pereira cae en un debate moral, sostiene... y al final nace el periodista que ejerce por primera vez    en conciencia,  denunciando, libre...  



Roberto Faenza en 1996 da vida a Pereira en   Marcelo Mastroianni. Una  película que hay que ver...









...sin embargo sentía una gran nostalgia, de qué no podría decirlo, pero era una gran nostalgia de una vida pasada y de una vida futura, sostiene Pereira...




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