así... SÍ
C/ La Lechuga s/n
28012 Madrid
reservas... 91 364 11 16
Está en pleno centro de Madrid, al
lado de la Plaza Mayor, del Ministerio de Asuntos Exteriores y a unos
metros de la Puerta del Sol. Para llegar a ella no es necesario venir en
coche porque el metro, taxi o autobús te dejan casi en la puerta.
La calle que la alberga es recogida, pequeña y una de las preferidas
de Harold. Todos los días me arrastra hacía ella para poder pasear
tranquilo, oler a sus amigos e intercambiar unos cuantos guaus sin que
un coche impertinente le arrincone en la acera.
Siempre
hace el mismo recorrido y cuando llega a La Fonda mira a través de las
ventanas para que Julia le vea y si es la hora de comer le invite a
pasar.
Baja corriendo las escaleras, saluda y va directo a su sitio. Se tumba debajo de una mesa para dos, al lado de la puerta desde donde otea el horizonte
y así poder ver ...
cómo se desenvuelve Alfredo entre sus cazuelas y cómo Julia atiende a los comensales, de las varias y variadas mesas que llenan a diario el comedor.
cómo se desenvuelve Alfredo entre sus cazuelas y cómo Julia atiende a los comensales, de las varias y variadas mesas que llenan a diario el comedor.
Actores, directores de cine, faranduleo, escritores, tenderos, funcionarios, diplomáticos, políticos, vecinos y algún que otro más que saben apreciar la buena mesa,
se dan cita para degustar la comida
bien hecha, distinta, exquisita, atrevida pero con sabor a hogar...
aderezada con una excelente música
y acompañados por la educada discreción y atención de Julia.
Tienen una carta muy elegida y entre semana puedes degustar un menú por 12 euros que no te lo vas ni a creer y que te recomiendo por bueno, bonito y barato. Si te gustan los placeres no dejes de probar los tomates rellenos, una auténtica delicia
y deja que Alfredo te sorprenda con sus delicias dulces o saladas
y algo inesperado te puede suceder...
En su reservado puedes reunirte con tus amigos a celebrar un aniversario, una comida de negocios o una cena improvisada...
Siempre saldrás satisfecho, como harold que aquí es feliz porque le dejan entrar, le reciben bien y no le echan. Siempre me pregunta cuando entramos ¿estamos en Europa?
©mmm
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