PELUQUERÍA
La Gran Tijera
Calle… Ruda, 13,
28005… Madrid
EL RASTRO
Teléfono...913 65 33 44
28005… Madrid
EL RASTRO
Miriam Riol, es la estilistapeluquera
que dirige la Gran Tijera
La peluquería está en pleno Rastro,
y la calle Ruda tiene mucho encanto.
que dirige la Gran Tijera
La peluquería está en pleno Rastro,
y la calle Ruda tiene mucho encanto.
Es una calle familiar porque todos se conocen y ayudan. Está llena de comercios y es tan corta
que según mires puedes ver
que según mires puedes ver
a Cascorro o el Mercado de la Latina.
Harold siempre que pasa por la puerta,
tengamos o no tengamos cita,
entra porque le gusta Miriam y sabe que una caricia
y un mimo están asegurados
tengamos o no tengamos cita,
entra porque le gusta Miriam y sabe que una caricia
y un mimo están asegurados
No para, siempre está ocupada
con algún/a cliente.
con algún/a cliente.
Que si le lavo con esmero...
corto,
rizo,
peino.
Posee una gran cualidad:
Es tan encantadora y cercana
como distante y discreta.
Es tan encantadora y cercana
como distante y discreta.
Siempre respetuosa con los gustos y peticiones del cliente, al que trata con atención, cortesía, educación y amabilidad.
Son las normas de la casa.
Son las normas de la casa.
Miriam, mujer guapa y estilosa, con muchos años en el oficio que la han convertido en una gran peluquera.
Tiene conocimientos de estética, moda, psicología y últimas tendencias por eso sólo necesita unos minutos
para sugerirte el largo, color y corte que darán a tu cara el mayor atractivo posible. Además te aconsejará sobre qué
necesita tu pelo para que adquiera
la viveza y textura de un cabello sano.
necesita tu pelo para que adquiera
la viveza y textura de un cabello sano.
La Gran Tijera es una peluquería muy acogedora,
con género de primeras marcas
y precios muy ajustados y asequibles.
con género de primeras marcas
y precios muy ajustados y asequibles.
Es importante que pidas cita previa,
ya que tiene siempre la agenda muy complicada,
ya que tiene siempre la agenda muy complicada,
y sus momentos de ocio son muy escasos.
No se te pase: 913 65 33 44
No se te pase: 913 65 33 44
Cuando nos vamos Harold siempre se me queda mirando ¿Qué estará pensando?
¿Quizás si mi look está acorde con mi lenguaje corporal?
Veamos...
Las personas nos comunicamos para relacionarnos para ello podemos utilizar lenguaje verbal: que es el que nos permite la comunicacion mediante la escritura o en forma oral o lenguaje no verbal: que nos permite comunicarnos sin utilizar las palabras o sonidos.
Verbal...
que podemos realizarla ... con palabras o letras. Hablada (hablando, gritando, con silbidos, llantos, risas) o escrita (letras alfabetos, signos, ideogramas,
jeroglíficos, siglas, graffiti, logotipos...)
Para interpretar correctamente los mensajes
escritos es necesario conocer el código,
que ha de ser común al emisor y al receptor del mensaje.
No verbal...
que acompaña, completa, modifica o sustituye en
ocasiones al lenguaje verbal y varían según las culturas.
Puede ser un lenguaje iónico... códigos
universales (sirenas, Morse, Braylle, lenguaje de los
sordomudos), códigos semiuniversales (el beso,
signos de luto o duelo), códigos particulares o
secretos (señales de los árbitros deportivos).
Lenguaje
corporal... nuestros gestos, movimientos, el
tono de voz, nuestra ropa e incluso nuestro olor
corporal también forman parte de los mensajes cuando
nos comunicamos con los demás.
El lenguaje de los abanicos pertenece al lenguaje no verbal iónico y corporal, al coqueteo clandestino, a la estrategia de la seducción.
Ha sido utilizado por las mujeres desde finales del siglo XVII para relacionarse clandestinamente con los hombres,
así podían esquivar a las carabinas, osea a las madres o señoritas de compañía de la jovencitas en edad de merecer, que velaban por su buen comportamiento.
Es un lenguaje clandestino, entre tú y el, por eso hay que utilizarlo como las señas en el mus... con discrección para que no te vean porque si te pescan se puede armar y adiós coqueteo.
1. Abanicarse rápidamente. Te amo con intensidad.
2. Abanicarse lentamente.
Abanicarse de forma pausada, significa soy una señora casada y me eres
indiferente. También si se abre y cierra muy despacio significa esto.
3. Cerrar despacio. Este cierre significa un "Sí". Si se abre y cierra rápidamente significa, "Cuidado, estoy comprometida".
4. Cerrar rápido. Cerrarlo de forma rápida y airada significa un "No".
5. Caer el abanico. Dejar caer el abanico significa: te pertenezco.
6. Levantar los cabellos. Si levanta los
cabellos o se mueve el flequillo con el abanico significa que piensa en
ti, que no te olvida.
7. Contar varillas. Si cuenta las varillas del abanico o pasa los dedos por ellas quiere decir que quiere hablar con nosotros.
8. Cubrirse del sol. Significa que eres feo, que no la gustas.
9. Apoyarlo sobre la mejilla. Si es sobre la mejilla derecha significa "Si". Sobre la mejilla izquierda es "No".
10. Prestar el abanico. Si presta el abanico a su acompañante, malos presagios. Si se lo da a su madre, quiere decir "Te despido, se acabó".
11. Dar un golpe. Un golpe con el abanico sobre un objeto, significa impaciencia.
12. Sujetar con las dos manos. Si sujeta el abanico abierto con las dos manos, significa "es mejor que me olvides".
14. Cubrirse los ojos. Con el abanico abierto, significa "Te quiero". Si se cubre el rostro puede significar "Cuidado, nos vigilan.
15. Pasarlo por los ojos.
Si se pasa el abanico por los ojos significa, Lo siento. Si cierra el
abanico tocándose los ojos quiere decir, "Cuando te puedo ver".
16. Abrir el abanico y mostrarlo. Significa, "Puedes esperarme".
17. Cubrirse la cara. Cubrirse la cara con el abanico abierto, significa: Sígueme cuando me vaya.
18. A medio abrir. Apoyar el abanico a medio abrir sobre los labios quiere decir "Puede besarme".
19. Apoyar los labios. Si apoya los labios sobre el abanico o sus padrones, significa desconfianza, "No me fío".
20. Pasarlo por la mejilla. Significa, "Soy casada".
21. Deslizarlo sobre los ojos. Significa: "Vete, por favor".
22. Mano izquierda. Llevarlo en la mano izquierda quiere decir: "Deseo conocerte". Moverlo con la mano izquierda significa: "Nos observan".
23. Mano derecha. Llevarlo o moverlo con la mano derecha, significa: "Amo a otro".
24. Pasarlo de una mano a otra. Significa, "Estás flirteando con otra" o "Eres un atrevido".
25. Girarlo con la mano derecha. Significa: "No me gustas".
26. Tocar la palma de la mano. Quiere decir: "Estoy pensando si te quiero".
27. Sobre el corazón. Apoyar el abanico abierto sobre el corazón o el pecho, quiere decir: "Te amo" o "Sufro por tu amor".
28. Darse en la mano izquierda. Darse un golpe con el abanico cerrado en la mano izquierda significa "Ámame".
29. Mirar dibujos. Mirar los dibujos del abanico, quiere decir: "Me gustas mucho".
30. Bajarlo a la altura del pecho. Significa: "Podemos ser amigos". También dejarlo colgado, quiere decir "Seremos amigos".
31. Cerrarlo sobre la mano izquierda. Quiere decir: "Me casaré contigo".
32. Saldré. Ponerse en el balcón con el abanico abierto o salir al balcón abanicándose. También entrar en el salón abanicándose.
33. No saldré. Dejarse el abanico cerrado en el balcón, salir al balcón con el abanico cerrado, o entrar en el salón con el abanico cerrado.
34. Arrojar el abanico. Quiere decir: "Te odio". o "Adiós, se acabó".
35. Presentarlo cerrado. Significa: "¿Me quieres?".
36. Sobre la oreja. La izquierda. "Déjame en paz no quiero saber nada de ti". La derecha, "No reveles nuestro secreto".
37. Contar o abrir cierto número de varillas. La hora para quedar en una cita, en función del número de varillas abiertas o "tocadas".
Si entre coqueteo y coqueteo necesitas descansar cuélgate el abanico en un colbani. Porque tú lo vales…
“Estamos en la era de la simulación y la seducción es la única
posibilidad de ir más allá de esta simulación. La seducción como la
máxima expresión de lo femenino y la producción de lo masculino”.
Baudrillard nos lleva a través de sus reflexiones por el laberinto de la seducción como estrategia de las apariencias y como proceso reversible que acapara muchas esferas sociales.
De la seducción... Jean Baudrillard... Ed. Cátedra... 1989... 170 página... 16,90€
Contra producción, seducción.
De la seducción es un libro perverso, en el sentido de que pervierte el orden de los términos. La seducción vela sin parar para destruir el orden divino y sigue siendo para todas las ortodóxias el maleficio y el artificio, una magia negra de perversión de todas las verdades. La seducción se sitúa mas allá de todo movimiento que piense que es posible subvertir los sistemas por sus infraestructuras. "La seducción es mas fuerte que el poder porque es un proceso reversible, mientras que el poder se quiere irreversible, como el valor y, como el, acumulativo e inmortal."
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